La Junta Directiva del Banco Nacional nombró hoy como Gerente General a Gustavo Vargas Fernández, ejecutivo con una larga trayectoria bancaria de más de 26 años que incluye, entre otros cargos, Director General de Finanzas, Director General de Riesgos y Subgerente General de Riesgo y Crédito. Vargas, economista de profesión, graduado en la Universidad de Costa Rica, posee, además una maestría en Administración de Negocios de INCAE Business School, así como numerosos cursos y seminarios de actualización profesional.
Jeannette Ruiz, presidenta de la Junta Directiva General, explicó que el señor Vargas Fernández cumple a cabalidad el perfil del puesto aprobado por el órgano superior, el Reglamento de Gobierno Corporativo del Banco, así como los requisitos de idoneidad de los miembros del órgano de dirección y de la alta gerencia de las entidades financieras supervisadas del Acuerdo SUGEF 22-18, aprobado por el CONASSIF.
Enfatizó que, de previo al nombramiento, se verificó estrictamente que el señor Vargas cumple todos los requisitos que establece para el cargo la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional. En opinión de Ruiz Delgado, pesó en la decisión del órgano colegiado la formación, experiencia y competencia técnica del hoy nuevo Gerente General, en un mercado de mucha competencia, demanda crediticia deprimida y una supervisión basada en riesgos, lo que implica crecer con prudencia y control muy preciso de los riesgos. También se tomaron en cuenta los excelentes resultados del señor Vargas durante el período en que fungió como Gerente General interino. El nombramiento se hizo al amparo de lo dispuesto en los artículos 34 inciso 5, 38 y 39 de la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional.
Finalmente, la presidenta Ruiz Delgado se mostró satisfecha de que este nombramiento confirma el acierto de los planes de sucesión que ha diseñado el Banco Nacional en los últimos años, pues el señor Vargas Fernández es uno de los ejecutivos a los que se les ha dado capacitación y seguimiento durante un largo período con miras a cubrir los puestos de alta dirección con personas idóneas en forma diligente.