- Peregrinos planea llegar este 1 de agosto a la ciudad de Cartago
"¿Cuánto le pagan a ustedes por esta romería?", preguntó Monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora al grupo de 45 romeros, quienes salieron la noche de 26 de julio, desde Tilarán, hasta los pies de La Negrita, en la ciudad de Cartago.
Ese día, en la fiesta de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen y patronos de los abuelos, el Obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia presidió la misa de envió de este grupo de peregrinos, quienes llegaron a la Catedral de Tilarán, pocos antes de las 5 p. m., para la Eucaristía, en un templo prácticamente lleno, pese a la lluvia.
"Es de resaltar su esfuerzo voluntario porque quedan pocos, quienes prestan servicio en organizaciones de ayuda, como la Cruz Roja Costarricense; incluso, en las parroquias donde, ahora, se debe contratar personal para trabajar en las cocinas y otras labores necesarios para las fiestas patronales", meditó Monseñor Salazar, sobre la solidaridad de los romeros para su largo viaje.
El Obispo le pidió a los peregrinos orar por él, ante La Negrita; sobre todo, por su misión como Pastor de los fieles de los territorios diocesanos de Guanacaste y del cantón de Upala.
Al final, un gesto de caridad acompañó la bendición dada por Monseñor Salazar, quien entregó al grupo un paquete de víveres, el cual fue colocado en el pequeño camión que irá, junto a estos fieles, en los 217 kilómetros desde Tilarán, hasta Cartago; en su recorrido de fe, hasta los pies de La Negrita.
A la Basílica de la Virgen de los Ángeles, confían llegar este 1 de agosto, justo el día de la vestición de la venerada imagen; la cual celebra 200 años de haber sido declarada como Patrona de Costa Rica.
Para los fieles guanacastecos, se trata de una doble fiesta porque, debido al festejo del Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, este año, el traje que lucirá la imagen de La Negrita saldrá de 5 vestidos finalistas, de un grupo de 17, elaborados por devotos y devotas de la Diócesis de Tilarán-Liberia con motivos, inspirados en la fe de la tierra pampera.