El parque Mario Cañas de Liberia, la canasta de una bicicleta y una banca ubicada en las cercanías de la Escuela de aplicación Alba Ocampo, ubicada, en Liberia, fueron los lugares que espontáneamente el ministro de Educación, Leonardo Garnier, eligió para perder sus libros.
Una vez más el jerarca de Educación se unió a la campaña mundial de liberación de libros, impulsada por el “Club de los Libros Perdidos” y se despojó de tres de sus lecturas para que otras personas puedan gozarlas.
Este viernes 21 de marzo, en el mundo los libros emprendieron sus viajes, en cualquier lugar público se pueden dejar para que otros los adopten.
Algún liberiano o liberiana se topará: “La Fiesta del Chivo” de Mario Vargas Llosa, “Historias de Tata Mundo” de Fabián Dobles y “David” de Julieta Pinto.
Los libros emprenden sus viajes con cada cambio de estación, la próxima liberación será el 21 de junio, como parte de esta campaña internacional de promoción a la lectura.