Luego de un trabajo conjunto que integró esfuerzos de entidades públicas, academia, cooperación internacional y sector productivo, en días pasados se anunció la Estrategia Nacional para el Desarrollo Ganadero Bajo en Carbono, la cual contiene la orientación que se daría al sector en los próximos 14 años, para responder a las exigencias de mayor productividad y rentabilidad, menores emisiones de gases de efecto invernadero, más secuestro de dióxido de carbono, y mayor adaptabilidad a la inestabilidad climática.
Algunos cambios en la ganadería que se proponen en el marco de la Estrategia anunciada en días pasados procuran estimular la actividad como un negocio rentable, con más participación de la familia y en especial de los jóvenes; fomentar una lechería especializada con sistemas menos vulnerables climáticamente y menos dependientes de alimentos concentrados a base de granos; fomentar sistemas de pastoreo más intensivos y suplementación con forrajes de corte y otros producidos en las fincas; la reorientación de la ganadería de pequeña escala con el fin de producir más carne y más leche por animal en pastoreo; articular mejor la producción primaria y las industrias de carne y lácteos, especialmente a nivel de territorios, entre otros.
Para dar seguimiento adecuado a la implementación de la Estrategia y a la ejecución del Plan de Acción, el MAG establecerá un programa de seguimiento y evaluación de las actividades y productos de cada uno de los componentes.
En la elaboración de este plan de trabajo participaron las organizaciones de productores, CORFOGA y Cámara Nacional de Leche, la Dirección de Cambio Climático del MINAE, el Programa Nacional de Ganadería del MAG, y se contó con e l apoyo del proyecto FIRM RISSO de Naciones Unidas y de Fundecooperación.