- Es carbono positivo gracias a la aplicación de tecnologías NAMA como pastoreo racional, bancos forrajeros, paneles solares y mejoramiento genético con razas adaptadas al cambio climático.
- “Hemos triplicado la cantidad de ganado con los mismos costos. Pasamos de 5 apartos a tener 45 apartos y de una carga de un animal por hectárea a una de tres animales por hectárea”, explicó Allen, hijo don Otoniel y doña Jessie, propietarios de la finca.
- En visita al proyecto junto a los ministros del MAG y MINAE, Primera Dama comentó: “La familia Monge Ramírez ha demostrado que adaptar la producción al cambio climático no solo es responsable y sostenible, sino que también es rentable”.
- Transformación de finca ganadera tradicional a una de producción sostenible han convertido a Lajitas en una finca escuela donde se capacitan productores y técnicos.
Ubicada en Cañas Dulces de Liberia, en Guanacaste, y propiedad de la familia Monge Ramírez, “Lajitas” una finca ganadera carbono positiva que forma parte del proyecto piloto de la Estrategia Nacional de Ganadería Baja en Carbono, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
En la finca, adaptada al cambio climático, la familia conformada por don Otoniel, doña Jessie y su hijo Allen, aplican tecnologías NAMA, entre ellas, pastoreo racional, módulos de apartos con cercas eléctricas, alimentadas con paneles solares; uso de ensilaje, pastos mejorados, reservorios de agua para suministro en potreros y mejoramiento genético.
Ellos recibieron este viernes a la Primera Dama de la República y coordinadora de la Región Chorotega, Claudia Dobles; y a los ministros de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado; y de Ambiente y Energía, Andrea Meza, con el fin de enseñarles el modelo sostenible bajo el que crían y engordan ganado vacuno, con el acompañamiento y asistencia técnica del MAG y del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA).
Los buenos resultados obtenidos en la finca Lajitas, al convertirla de una producción ganadera tradicional a una producción sostenible, han hecho que funcione como finca escuela, donde se capacitan productores y técnicos en este campo de estudio.
“La experiencia de la familia Monge Ramírez en su finca se traduce en mejor protección del ambiente, mejores condiciones de vida para la familia, y mejor rentabilidad, ya que aprovechan de manera óptima los recursos naturales disponibles, como el pasto, el agua, suelo, árboles y bosque, animales, entre otros”, dijo el ministro del MAG.
“Hemos triplicado la cantidad de ganado con los mismos costos. Logramos pasar de tener 5 apartos a tener 45 apartos; y de una carga de un animal por hectárea a una carga de tres animales por hectárea. Llevamos registro de las actividades en la finca y podemos afirmar que hemos crecido 5%”, detalló Allen Monge Ramírez, hijo de la familia.
Por su parte, la Primera Dama y coordinadora de la Región Chorotega resaltó el valor de los métodos de producción sostenible como parte de las acciones que se contemplan en el Plan Nacional de Descarbonización 2018-2050, los cuales buscan motivar la producción adaptada al cambio climático.
“La finca Las Lajitas es pionera en métodos de producción sostenibles que esperamos replicar en todo el país. La familia Monge Ramírez ha demostrado que adaptar la producción al cambio climático no sólo es responsable y sostenible, sino que también es rentable, por lo que esperamos que las metas del Plan Nacional de Descarbonización se sigan cumpliendo”, señaló Dobles.
Modelo sostenible. Las Lajitas es carbono positivo, ya que fija más carbono del que emite. Tiene más del 35% de su área bajo protección de bosque, lo que permite conservar flora y fauna local y generar servicios ambientales como agua y oxígeno.
Gran parte de la finca se desarrolla bajo modelo silvopastoril, lo que permite proporcionar a los animales un mejor microclima para su producción, protege la fauna silvestre, suma en la captura de carbono y dispone de una parcela para producción de pasto de corta bajo riego, con maíz y pasto de corte para ensilajes y silo pacas para el engorde bajo modelo semi estabulado.
Cuentan con genética mejorada adaptada a las condiciones de clima, al cruzar razas cebuina con razas europeas para dar vigor híbrido, que permite alto rendimiento producción de carne, logrando enviar al mercado animales con edades menores de 24 meses, con beneficios para el productor y para el consumidor, ya que dispone de carne de alta calidad, además se beneficia el país por producir con menos emisiones de GEI y aprovechando los recursos locales.
Precisamente, un proyecto impulsado dentro de la Estrategia de Reactivación para la Provincia de Guanacaste procura que más fincas como ésta se integren, no solo para replicar el modelo de sostenibilidad ambiental, sino para encadenarse a la fase de comercialización, de manera que puedan posicionar un producto diferenciado, obtenido de fincas adaptadas descarbonizadas y adaptadas al cambio climático.
En Guanacaste hay unas 300 fincas implementando alguna tecnología del NAMA Ganadería en el desarrollo de su actividad productiva; y en el país ya son más de mil fincas ganaderas las que forman parte de la Estrategia Nacional de Ganadería baja en Carbono.