- El hotel está incursionando en el área arqueológica y proyectos deportivos, para marcar la diferencia en la provincia
Hacienda Guachipelín es un hotel rural, amigable y sencillo, pero al mismo tiempo acogedor, llamativo para amantes de la naturaleza y viajeros de aventura. Situado en las faldas del Parque Nacional Volcán Rincón de la Vieja, se ha convertido en uno de los más interesantes complejos turísticos de ecoturismo en el país.
Desde 1985, Hacienda Guachipelín ha recibido un continuo flujo de visitantes, siendo el puente para disfrutar de las bellezas naturales de la finca y el parque nacional, donde se puede experimentar la actividad volcánica como en ningún otro volcán en Costa Rica.
Tomás Batalla Esquivel, un reconocido ganadero y criador de caballos españoles, adquirió la propiedad de 1600 hectáreas en 1975; de las cuales 700 se dedican a la conservación del bosque tropical seco, 575 a los pastizales, y 325 a la reforestación de especies en vías de extinción.
Desde que el visitante ingresa se sumerge en un escenario de aguas termales naturales, bosques primarios, cataratas de agua cristalina y pailas de barro volcánico; elementos que complementan aún mejor la estadía.
Cuenta con 50 habitaciones, decoradas con un estilo rústico, apropiado para la zona: 30 Standard, 18 Superior y 4 Junior Suites. Las habitaciones Superior son más grandes y están localizadas en los nuevos edificios del hotel, con mejores vistas del área; mientras que las Standard se encuentran localizadas cerca del área de la recepción, la piscina, el bar y los corrales de ganado. Todas tienen dos camas, caja de seguridad y baño privado con agua caliente, utilizando paneles solares.
Más allá de una noche en Hacienda Guachipelín, el visitante puede optar por tours que están bajo la dirección del hotel, como: cabalgatas, el tour de canopy El Cañón (siendo los pioneros del país), aventura de tubing en los rápidos del Río Negro, observación de aves, así como caminatas a los cráteres activos del volcán.
El hotel recibe 90% de norteamericanos exclusivamente para realizar algún tour, mientras que en hospedaje el 70% corresponde a mercado europeo, 25% norteamericano y 5% nacional.
Asimismo, Hacienda Guachipilín es conocida por tener la mejor comida de toda la zona, combinando platos típicos nacionales con comida internacional. Desde su restaurante «La Hacienda» puede disfrutar la vista de las llanuras de Guanacaste, la ciudad de Liberia, el Aeropuerto Internacional de Liberia, la línea costera del Océano Pacífico, o ver a los vaqueros trabajando con el ganado en los potreros.
Por otro lado, este complejo ha estado incursionando en el tema de la arqueología; colaborado así con estudiantes, quiénes han realizado sus estudios dentro de la propiedad, con el propósito de aprovechar la población autóctona indígena de la zona y compartir los conocimientos con los visitantes. El área arqueológica está ubicado entre el mariposario y el serpentario del hotel.
Según Tomás Batalla, cuentan con el 30% de la exhibición deseada, entre piezas cotidianas, recreaciones de cementerios y otros.
Hacienda Guachipelín, también apuesta por el apoyo a los deportes, como las carreras y ciclismo de montaña. Ha sido la sede de múltiples actividades deportivas; por año, tienen dos o tres eventos de esta índole, con participación de nacionales y extranjeros. El próximo proyecto es realizar un duatlón de montaña con costarricenses; permitiéndoles atraer un público más diverso.
Tomás Batalla afirmó que el objetivo es estar en un crecimiento continuo, para marcar la diferencia hotelera, que les permita mantener vivo el interés de nacionales y extranjeros de visitar este complejo turístico.