Representantes de la industria turística nacional encabezados por la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) claman por que el nuevo gobierno coloque al desarrollo de esta actividad como política de Estado.

La solicitud surge como una necesidad inminente ante la urgencia de que el turismo cuente en los próximos años con el respaldo del gobierno entrante a fin de fomentar su desarrollo y consolidación.

Precisamente, autoridades de esta agrupación han mantenido reuniones con el candidato Ottón Solís, así como lo hicieron en su momento con el aspirante por Liberación Nacional Johnny Araya.

De acuerdo con Isabel Vargas, presidenta de Canatur, el objetivo es “lograr un alcance más allá de escuchar simplemente las petitorias del sector. La idea es empezar a generar nexos importantes y que el virtual presidente conozca el porqué de la necesidad de comprometerse con dicha industria”.

En este sentido la jerarca de Canatur admite que es inminente un reposicionamiento del turismo dentro de los planes de desarrollo del futuro gobierno, donde se planteen directrices claras que articulen las acciones tanto públicas como privadas.

Parte de las propuestas planteadas por el sector figuran un mayor control del tipo de cambio con el sistema de bandas cambiarias, poner en marcha una serie de regulaciones dirigidas al sector informal de apartamentos y condominios, los cuales están compitiendo de manera desleal con el sector hotelero que debe asumir cargas sociales e impuestos producto de su actividad, mientras que los primeros no hacen.
Otra de las propuestas es plantear una estrategia de atracción de nuevas líneas aéreas para captar turistas de otros destinos que contribuyan a incrementar las cifras de visitas al país.

Asimismo, solicitan al nuevo gobierno a dar prioridad en temas como la reducción en los impuestos a la gasolina así como otros temas que inciden en el desempeño y competitividad del país como los costos en electricidad y agua.

Los empresarios del sector también sostienen es esencial inyectar mayores recursos a la promoción del destino con acciones concretas como lo son la inversión en nuevos mercados, la puesta en marcha de una Ley General de Turismo que vele por los intereses del sector y que sancione el incumplimiento o la competencia desleal, así como un plan turístico a largo plazo.
Los representantes también reconocieron que una debilidad ha sido el lento proceso para lograr que el país goce con un Centro de Convenciones y Congresos, pues su aplazamiento está limitando a que el sector capte un segmento de alto potencial y atractivo como lo son los eventos corporativos debido a la falta de infraestructura que pueda atender simultáneamente varios congresos tanto en espacio como en cantidad de personas.

En el marco legal, los empresarios turísticos reconocieron la importancia de plantear una ley de licores, una referente a propinas y simplificación administrativa.

Dichos esfuerzos por parte del próximo gobierno permitirían a criterio de los profesionales de turismo sentar las bases para consolidar su liderazgo en la generación de divisas al país y por ende propiciar encadenamientos productivos a toda escala.