Aunque el cáncer de piel es el más común entre los costarricenses, y ha crecido en un 25% en la primera década del siglo, es prevenible y tratable cuando se detecta a tiempo.
Según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), en el país se registran seis nuevos casos de cáncer de piel al día y el fallecimiento de seis personas mensuales.
Esto implica un reto familiar para inculcar hábitos saludables al disfrutar del aire libre, sin provocarle daños comunes, como el envejecimiento prematuro de la piel y los tumores.
El esquema del cáncer de piel se presenta en personas mayores de los 50 años, pero también concuerdan en que las alteraciones y el diagnóstico sobre enfermedades malignas en la piel ataca a personas con menos edad.
La aparición de lunares después de los 20 años o el crecimiento irregular de los existentes podrían ser indicadores de la posibilidad de sufrir cáncer de piel
El tipo de cáncer más común es el melanoma, que afecta a la población entre los 25 y los 50 años de edad.
Alrededor del 80% del cáncer de tipo no melanoma (lunares irregulares) se encuentran en la cara y un 60% de la alteración maligna en la nariz. Mientras tanto, el cáncer de piel catalogado como melanoma es frecuente encontrarlo en partes como el tronco y las extremidades.
Un error muy frecuente es no protegerse porque el día está nublado. Esto es incorrecto pues las nubes no bloquean efectivamente la radiación UV (solo un 50%) y la persona puede sufrir quemaduras severas si está expuesta largo tiempo.
Tampoco se debe esperar a ser mayores para cuidarse, hay que comenzar la prevención desde niños. La piel nunca olvida el sol que ha recibido desde que una persona nace; a los 18 años, muchas personas ya han recibido la radiación ultravioleta que le tocaría a lo largo de la vida.
Es posible que la gente confunda la frescura del día con bajo riesgo cuando la norma debería ser que entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde, momentos de la mayor intensidad ultravioleta, nadie debería exponerse al sol sin protección.
Creer que el protector solar ofrece protección inmediata y permanente durante el día. En realidad, se aplica 20 minutos antes de exponerse al sol y se replica cada dos horas. Además, estudios han demostrado que las personas que utilizan protector solar con frecuencia lo emplean mal: en pocas cantidades, mal distribuidas y, confiadas, se exponen durante más tiempo al sol que las personas que no los utilizan siempre.
Otro es pensar que estar bajo el agua es un factor de protección, porque la luz ultravioleta la atraviesa hasta en 50 centímetros, aunque las personas se sientan frescas bajo están recibiendo mucha radiación.
Según la Asociación Latinoamericana de Dermatología, las personas deben de hacerse un chequeo en la piel anualmente.