- Sólo un especialista en urología diagnostica 50 pacientes nuevos por año
- Hace dos años la tasa de mortalidad en Guanacaste por esta causa representaba 7,07 hombres fallecidos por cada 100 mil
Los hombres suelen enfrentar diferentes cambios en su salud al cumplir los 40 años, varios se perciben a simple vista, mientras que otros pasan inadvertidos, debido a la ausencia de un control médico o por la renuencia a consultar.
Este es el principal motivo por el cual sólo un especialista en urología diagnostica alrededor de 50 pacientes nuevos con tumor de próstata por año; este es el caso de Álvaro Gómez Lizarazo, médico y cirujano especialista en urología, quien ejerce en diferentes centros médicos, en Liberia.
“La problemática principal es de tipo cultural, como la enfermedad no da síntomas en sus primeros periodos, lo único que se debe hacer es prevenir. A pesar de que se hacen campañas de prevención en el ámbito público como privado, se avanza poco en ese sentido, por una repulsión del varón a consultar”, dijo Gómez.
Como bien se sabe, la detección se confirma a través de dos vías: un examen digital rectal o uno de laboratorio que es el antígeno prostático; y si alguno o ambos sale alterado, se recurre de inmediato a una biopsia de próstata dirigida por un ultrasonido.
Una vez determinado, el paso a seguir por el especialista urólogo es informarles al paciente y a la familia; ya que se debe tener claro que este es un problema familiar porque afecta a todos de forma inmediata.
Luego se proceder a clasificar la fase en que se encuentra; si es temprana, intermedia o tardía. Las tres a groso modo, tienen detalles técnicos y específicos, que requieren de diferentes tratamientos.
“Un cáncer de próstata localizado se puede tratar mediante una cirugía para erradicarlo; o bien, si no es temprano ni avanzado con radioterapia para curarlo. Una fase tardía no se puede sanar, pero se puede aplicar tratamiento que alivie al paciente de los síntomas y que le de mejor calidad de vida por varios años”, indicó el especialista.
En este sentido, pese a la tormenta siempre brilla un rayo de sol; Gómez fue enfático en que Costa Rica está al mismo nivel que el resto del mundo, es el primer cáncer con mayor frecuencia y primera causa de muerte en los hombres; sin embargo, está bien posicionado en diagnóstico y tratamientos quirúrgicos, de radioterapia y por hormonas, por lo que hay mayor oportunidad de tratar casos en etapa tardía.
“De los 50 casos que diagnostico al año, afortunadamente se logra tratar y llevar hacia la curación a la mitad, y el resto se les brinda el soporte y cuidado para darle calidad de vida”, afirmó Gómez.
No hay un síntoma temprano, por eso se debe prevenir, solo ocurren en fase avanzada: sangre en la orina, dificultad para orinar, dolores óseos y pérdida de peso.
Para la prevención se debe considerar que si hay un familiar ya afectado, los varones deben de acudir al urólogo una vez cada año, a partir de los 40. De no ser así, se recomienda a partir de los 50 años. Por su parte, los hombres de raza negra son más propensos a adquirir la enfermedad.
Entre más familiares hay, mayor probabilidad de padecer el cáncer. En grupos donde hay tres o hasta cuatro diagnosticados, existe un 30% de probabilidad de que el resto padezca.
El cáncer de próstata es una enfermedad de curso lento, por lo que un médico no puede asegurar el tiempo de vida que le queda. “No hay forma de predecirlo, quizás pueda llegar a suceder después de muchos años de tratamiento”, expresó el urólogo.
Cuando hay pocas alternativas a seguir con un paciente, queda la etapa de cuidados paliativos y clínica del dolor, donde se ha demostrado que quienes reciben ambos procesos, tienen un promedio de vida de dos años y medio más.
Según un informe de la Caja Costarricense de Seguro Social del 2012, la tasa de mortalidad por cáncer de próstata a nivel nacional representaban 8,25 hombres fallecidos por cada 100 mil. Sólo en Guanacaste 7,07 muertes de varones por cada 100 mil. El cantón de Nandayure fue el mayor afectado, con 10.94.
En los países desarrollados, el comportamiento es muy común y este cáncer se observa en 69,5 casos cada mil hombres. En América Latina, la incidencia es aún más fuerte, y se ven 75 pacientes por 100 mil hombres.