El Hospital Nacional de Niños estima que un 30% de los niños con cáncer son diagnosticados en Emergencias, servicio al que llegan a consultar por algún síntoma súbito como fiebre, dolor de cabeza, vómitos, sangrados por nariz, boca o piel, masas o “pelotas” en diferentes regiones o bien dolores de músculos o articulaciones.
“Si bien el cáncer constituye la cuarta causa de muerte en el niño mayor de un año, en la actualidad con el diagnóstico precoz y tratamiento oportuno, alrededor del 75% de estos pacientes se logra curar”, asegura el oncólogo especialista en niños Juan Manuel Carrillo.
En promedio, en el Hospital Nacional de Niños se detecta 154 nuevos niños con cáncer al año, un número muy pequeño en comparación con los casi 10 mil casos anuales vistos en adultos, lo que conduce a un índice bajo de sospecha y a la aumentada dificultad en el diagnóstico precoz de este padecimiento.
Los síntomas del cáncer en niños son varios y pueden confundirse con otras enfermedades comunes como infecciones banales, como la gripe o las diarreas virales.
Sin embargo, la experiencia de los médicos y el testimonio de las madres y padres sobre la persistencia, recurrencia o severidad de los síntomas en los niños, permite elevar la sospecha del cáncer, lo que lleva a un diagnóstico temprano y así aumentar las posibilidades de sobrevida.
Para el doctor Carrillo, la vigilancia y el testimonio de la madre y el padre sobre los síntomas persistentes en los niños es muy importante, especialmente en la idea de tratar de ser muy precisos para explicar por qué los síntomas dejan de ser comunes o van acompañados de cambios en la integralidad de la salud del niño.
Como en cualquier tipo de cáncer, el diagnóstico precoz lleva a que la posibilidad de curación sea más alta y más fácil.
Signos de sospecha por cáncer en niños
- Masa abdominal.
- Fiebre prolongada y sin causa aparente.
- Palidez, cansancio y/o pérdida de peso.
- Dolores de cabeza frecuentes acompañados de vómito expulsivo (persistentes y sin causa aparente).
- Vómitos expulsivos, que pasan de las náuseas a la expulsión de inmediato.
- Formación de hematomas (moretones) y petequias (puntos rojos) con facilidad.
- Sangrado anormal.
- Pérdida de equilibrio.
- Cambios en el comportamiento.
- Una luz blanca en uno o ambos ojos.
Es importante destacar que estos síntomas se presentan en otras enfermedades, pero es importante determinar si es persistente el síntoma para descartar el cáncer.