Nueve de cada 10 niñas y niños que residen en territorio costarricense fueron protegidos contra diversas enfermedades mediante las estrategias de vacunación empleadas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y cuya inversión representó este año ¢12.617.7 millones: la inversión más elevada de la historia institucional.

Según datos de la subárea de Vigilancia Epidemiológica, se trata de coberturas muy satisfactorias, toda vez que la más baja es aquella que se aplica contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis o paperas que alcanzó al 93% de la población objetivo.

El análisis efectuado por esa dependencia institucional detalla las siguientes coberturas:

• Vacuna pentavalente (Poliomielitis Haemophilus influenzae, Difteria, Tétanos y Tosferina): 94.3%.
• Hepatitis B: 94.8%.
• Neumocócica conjugada; 96.8%.
• Varicela: 96.4%.
• Cobertura en el  escenario escolar ( sarampión-tétanos):94%

El doctor Mario Felipe Ruiz Cubillo, gerente médico de la CCSS, dijo que el éxito de la vacunación se traduce en salvar vidas y en el bienestar de la población y dijo que eso fue  lo que se observó en marzo pasado en  el país, cuando pese a que ingresaron personas con sarampión, la población costarricense no se vio afectada, gracias a los esfuerzos ordinarios y extraordinarios de protección contra esa mortal enfermedad.

Por su parte, la doctora Leandra Abarca Gómez, coordinadora del programa de Inmunizaciones de la CCSS, destacó que esos porcentajes de cobertura brindan seguridad a la población puesto que la protegen contra al menos 19 enfermedades que otrora produjeron dolor y muerte en Costa Rica.

Solo en los primeros siete meses de este año en el primer nivel de atención, se colocaron 2.141.823 vacunas en diferentes puntos de la geografía nacional.

Ruiz Cubillo dijo que la aplicación de esa cantidad de vacunas implicó la movilización de cientos de personas que saben la importancia que poseen  estos medicamente en la prevención de las enfermedades infectocontagiosas. 

La doctora Leandra Abarca Gómez destacó que ese análisis demuestra que ahora la institución debe reforzar la sensibilización a la población adulta y adulto mayor, puesto que se debe cambiar el enfoque de vacunación de manera que no se piense que las vacunas solo se aplican a la población infantil, sino también que el enfoque deber ser de curso de vida.

En tal sentido, recordó que las personas adultas se les debe aplicar la vacuna contra el tétanos cada 10 años y protegerse contra la influenza en caso de que pertenezcan a algún grupo de riesgo.  Por su parte, las embarazadas no puede olvidar la vacunación contra la difteria, el tétanos y la tosferina y la vacuna contra influenza cada año en la época de vacunación.

Los adultos mayores debe tener la vacuna neumo 23 que protege contra 23 serotipos del streptococcus pneumoniae que son bacterias causantes de neumonías en esas poblaciones y que puede provocan hospitalización y muerte.

La doctora Abarca Gómez dijo que están muy satisfechos porque la población tica ha hecho caso omiso a las voces antivacunas y tiene plena confianza en el biológico que aplica la CCSS, la institución por su parte, es garante de que lo que se adquiera cumple con altos estándares de calidad.