Novedoso dispositivo sin agujas representa un importante avance en el control de enfermedades porcinas.
Costa Rica es el quinto país en consumo per cápita en Latinoamérica de carne de cerdo.
Las proteínas representan un importante y esencial alimento en la dieta diaria de la mayoría de las personas. Con los años los dueños de granjas porcinas han innovado sus procesos para lograr garantizar productos de la mejor calidad y proteger a sus animales.
Los especialistas recalcan la importancia de que el consumidor conozca los procesos de cómo se producen estas proteínas, para verificar su estándar de calidad, la seguridad en salud y la prevención de enfermedades.
“El cuidado diario de los cerdos es la piedra angular del desempeño general y el logro de las metas de producción, por lo que la vacunación sin aguja es una gran alternativa para el sector. Este tipo de dispositivos, que depositan la dosis exacta a través de la piel mediante alta presión en una fracción de segundo, dan como resultado menor estrés en el animal y una rutina de vacunación más fácil y segura para el porcicultor”, explicó Akemi Valencia, Directora de la Unidad de Porcicultura de MSD Animal Health en América Central, Caribe y Ecuador (CENCA EC).
Los porcicultores costarricenses, han apostado por la implementación de prácticas excelentes en la producción y el bienestar animal. Una de esas prácticas es el IDAL, un dispositivo de vacunación para cerdos revolucionario, que se administra de forma intradérmica es decir sin aguja, mejorando los procesos en los sitios de producción y contribuyendo con la reducción del estrés causado a los animales durante la inmunización.
Además, el dispositivo a través de la vacunación previene enfermedades que afectan las operaciones porcinas, asegurando la calidad e inocuidad de la proteína animal para los consumidores. Está desarrollado para brindar la posibilidad de una vacunación precisa, fácil, rápida, segura y adecuada para producciones de todos los tamaños., logrando gran número de cerdos vacunados en una jornada de vacunación.
Para garantizar el bienestar de los animales y la producción de carne de calidad como producto final, el responsable de la crianza de los cerdos debe conocer las necesidades específicas de cada etapa de producción, principalmente, después de la lactación y destete, es decir, crecimiento, desarrollo y engorde.
Las necesidades, comportamiento y características físicas de los animales varían según cada fase y el manejo de las instalaciones por parte del porcicultor durante cada etapa de producción es crucial para la salud de los animales y para la obtención de índices zootécnicos satisfactorios.
Según la Cámara Costarricense de Porcicultores (CAPORC), su consumo per cápita ha ido en aumento desde el 2020 con un 16,0, en el 2021 con un 16,5 y en el 2022 con un 17,1, demostrando que es uno de los alimentos estrella en la mesa de los costarricenses.
Además, el Departamento de Economía e Inteligencia de Mercados con datos de FAS – USDA y Banco Mundial, explica que Costa Rica es el quinto país en consumo per cápita en Latinoamérica de carne de cerdo, luego de México, Uruguay, Brasil y Panamá, respectivamente. La proyección para este 2023, se espera un crecimiento general de alrededor del 4% frente a 2022.
Los expertos en bienestar animal recalcan la gran labor de los propietarios de granjas porcinas en Costa Rica, por su apuesta en la innovación en sus procesos, para impulsar una alimentación saludable, nutritiva, de calidad y que abarque a toda la población.