Un consulta ginecológica para mujeres con movilidad restringida abrió la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), tras una alianza entre el Hospital de las Mujeres y el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE).
Con ese objetivo, se adquirió una silla especializada de alta tecnología, que se adapta a las necesidades de movilidad de las pacientes y permite la exploración ginecológica. En esta consulta las mujeres con discapacidad, se les podrá realizar las citologías vaginales, exámenes de mama, entre otras exploraciones médicas, que no se pueden realizar con facilidad en las camillas convencionales que tiene la CCSS en sus distintos centros médicos.
Para la doctora María del Rocío Sáenz Madrigal, presidenta ejecutiva de la CCSS, este nuevo servicio institucional reduce las brechas de atención y reivindica los derechos de las mujeres con discapacidad, quienes ahora pueden tener una consulta y ser valoradas en una silla que se adapta a sus necesidades y condiciones. Esto, dijo, representa colocar al paciente en el centro de las decisiones institucionales.
Por su parte, la Vicepresidenta de la República Ana Helena Chacón destacó que “Como Estado, damos un enorme paso en el camino del progreso en derechos humanos en materia de salud, al reconocer la particularidad de los derechos que en materia de salud sexual y salud reproductiva, tienen las mujeres con discapacidad. Este Gobierno está atendiendo las necesidades de poblaciones específicas escuchando su voz”.
Esta consulta ginecológica beneficiará a todas las mujeres del país con graves problemas de movilidad y fue posible gracias al convenio entre el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) y el Hospital de las Mujeres.
Como parte de esta alianza, a partir de hoy, un ginecólogo del Hospital de las Mujeres se desplaza hasta el CENARE dos veces por mes para ofrecer esta consulta de ocho de la mañana a tres de la tarde. El objetivo es que cada día se atiendan unas siete pacientes.
Para la doctora Ana Cecilia Chan, jefa de consulta externa del CENARE, la apertura de la consulta es un gran avance pues la falta de espacios amplios, de camillas adaptadas y de plataformas para transferir al paciente hacia una cama tradicional suponía una barrera para que las mujeres accedieran a las revisiones ginecológicas, donde se pueden detectar lesiones antes de que se desarrolle un cáncer o cánceres en etapas tempranas.
Además, comentó que el espacio físico en el CENARE es más amplio para la comodidad de la paciente, desde el momento mismo de la entrada al centro de salud, de modo que las pacientes en silla de ruedas no tendrán dificultades para las movilizaciones antes, durante ni después del examen.
Otra de las particularidades de esta nueva consulta especializada de ginecología es el personal de apoyo, pues las pacientes contarán con la ayuda de personal capacitado para que facilite las transferencias y el tiempo de consulta médica se amplía por paciente, para que se puedan atender a cada mujer a un ritmo adecuado en relación con sus limitaciones físicas.
Una silla especial
La silla, de diseño alemán y de última generación, facilita pasar de la silla de ruedas de la paciente a la silla de exploración clínica, pues la altura de mínima de la silla es muy baja para facilitar la subida de la paciente al sillón.
Además, el sistema de perneras es fácilmente desmontable, lo que resulta especialmente ventajoso para el traslado de pacientes.
Después, con la paciente cómodamente sentada, la silla puede adoptar varias posiciones para facilitar la exploración, incluso en la posición de camilla. La ventaja del diseño accesible es la posibilidad de adoptar múltiples posiciones, según sea la necesidad de cada paciente y la necesidad del médico para el examen.
La silla puede subir, bajar y rotar tanto en el respaldar como en el movimiento de piernas. La cantidad de movimientos que realiza colaboran en gran manera a permitir un examen óptimo y de gran comodidad para pacientes, debidos a que la persona no necesita realizar esfuerzos de movimiento ya que la silla se encarga del posicionamiento completo del mismo.
La compra de la silla especial es parte de las inversiones del Proyecto de Fortalecimiento para la Atención Integral del Cáncer por un monto de 15 mil dólares (¢8.173.050, al tipo de cambio actual).
Este proyecto ha sido posible gracias a un convenio entre el Hospital de las Mujeres y el CENARE, bajo la coordinación de sus directores el Dr. José Miguel Villalobos y Dr. Roberto Aguilar Tassara.