La Ministra de Agricultura y Ganadería, Gloria Abraham realizo un recorrido por el Pacífico el pasado 4 de abril, donde visitó el Proyecto desarrollado por la Asociación de Acuicultores Marinos de Abangares (ACUAMAR) y la planta industrializadora de miel de abeja de la Asociación de Apicultores de Jicaral (ASOAPI). Ambos proyectos han recibido el apoyo del MAG con recursos financieros y asistencia técnica por un monto de más de ¢42 millones.
“Nos complace ver lo que han crecido estos proyectos porque a eso fue a lo que apostamos, a proyectos que impactaran las condiciones de producción y la vida de las comunidades donde están inmersas”, señaló la Ministra Abraham.
Pescadores artesanales, amas de casa y agricultores de ACUAMAR, ubicados en el Golfo de Nicoya se dedican al cultivo y comercialización de los productos acuícolas, utilizando tecnología amigable con el ambiente, con responsabilidad social y equidad de género, atendiendo así a un mercado bastante exigente. Estos productores utilizan en la plataforma marina del proyecto de ostras, paneles solares para producir la energía que requieren.
Este proyecto fue reforzado por el MAG con una transferencia de ¢12.517.792 y se complementa con la alianza estratégica existente entre el MAG, IMAS y la UNA, para impulsar la producción de ostras, y que tiene como fin la construcción del laboratorio de producción de semillas para promover los emprendimientos de las actividades costeras.
Durante su gira, la jerarca también se reunió con productores de la Asociación de Apicultores de Jicaral (ASOAPI), conformada por 28 asociados, quienes se dedican al acopio y comercialización de miel de abeja, tanto a granel como en unidades de botella y la comercialización de cera y polen que extraen de las colmenas.
ASOAPI que fue fundada en 1997, registra una producción de 350 estañones por año. En el 2012 su producción fue de 108.502 kg y en el 2013 de 128.998 kg.
Esta Asociación recibió por parte del MAG ¢30 millones para la construcción de la planta industrializadora de miel de abeja, que se convirtió en la primera de Centroamérica de su tipo, y en este 2014 se está gestionando una transferencia de poco más de ¢89 millones para su ampliación y equipamiento.