Por Ignacio López Aragón
Egresado del Programa de Bachillerato Internacionalcen el Colegio Europeo de Heredia, Costa Rica
El ejemplo del Programa de Bachillerato Internacional (IB), que se ejecuta en 40 colegios públicos y privados de todo Costa Rica, es un excelente caso que nos puede enseñar el derrotero con el fin de alcanzar el éxito en la formación intelectual de las nuevas generaciones.
Las buenas prácticas del IB pueden acompañar al sistema educativo de nuestro país en áreas que resultan fundamentales como la cultura de colaboración entre los docentes donde se ha logrado crear una comunidad de apoyo, fomentando la experiencia por parte de los profesores con mayor antigüedad; además, de compartir recursos académicos entre centros educativos.
Es necesario resaltar que los profesores del IB de Costa Rica son modelos para seguir por su perseverancia y compromiso hacia los alumnos. Ellos siempre buscan cómo acompañarlos, se capacitan durante sus vacaciones - para no interrumpir el programa de estudios.
El Programa de IB está enfocado en el desarrollo de destrezas y habilidades de pensamiento crítico y creativo para analizar y proceder de manera responsable ante problemas complejos. Esa condición puede ser de gran valía para los estudiantes porque en general cada vez será más necesario que las personas puedan reaprender y adaptarse a sus entornos.
Este proceso del IB, se enfoca en el desarrollo de habilidades para la vida y, por lo tanto, el graduado será mucho más resiliente ante cualquier cambio que se le presente. Capacidad para adaptarse Los planes de estudio del IB le enseñan a los alumnos a no permanecer en su zona de confort, sino a estar atentos y con una buena disposición para aprender y asumir nuevos retos.
Resulta fundamental que nos enfoquemos en el desarrollo de habilidades y destrezas y no tanto en el aprendizaje de memoria solamente. Me parece que cada vez será más necesario que las personas puedan reaprender y adaptarse a sus entornos que cada vez serán más complejos.
Por último, los sistemas de evaluación hacen hincapié en la importancia de analizar los datos para mejorar la enseñanza y el aprendizaje, y en reconocer que los alumnos se benefician cuando aprenden a evaluar su propio trabajo y el de los demás.
Estas evaluaciones mantienen un equilibrio entre la validez y la fiabilidad, e incluyen tareas de evaluación que, por ejemplo, requieren que los alumnos demuestren un pensamiento de orden superior en lugar de la mera capacidad de memorizar información. Estas evaluaciones rigurosas ayudan a mantener el prestigio que ha conseguido forjarse el IB en cuanto a la calidad y exigencia de sus programas.
Estas breves consideraciones pueden ser de gran valía para lograr elevar la calidad de la educación justo ahora que tanto se requiere apoyar a nuestros alumnos.
Acerca del IB
Fundada en 1968, el Bachillerato Internacional (IB), lideró un movimiento de educación internacional que ofrece ahora cuatro programas educativos exigentes y de alta calidad para alumnos de 3 a 19 años. El IB brinda a los alumnos ventajas claras al proporcionarles bases sólidas, habilidades de pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas complejos, al tiempo que fomenta la diversidad, la curiosidad, y un deseo saludable por el aprendizaje y la excelencia. En un mundo donde hacer las preguntas correctas es tan importante como encontrar las respuestas, el IB promueve el pensamiento crítico, y apuesta por un aprendizaje flexible que trasciende las fronteras disciplinarias, culturales y nacionales. Con el apoyo de educadores y coordinadores de prestigio mundial, el IB actualmente cuenta con más de dos millones de alumnos en más de 5.500 colegios de 159 países.