• Tradición para honrar a la Virgen de Guadalupe
• Unas 1 000 personas de Guanacaste, Cartago y Alajuela –entre otros sitios- acompañaron a 25 boyeros

Las principales calles de la ciudad de Nicoya se llenaron de fieles para mantener viva una tradición que suma unos 470 años para honrar a la Virgen de Guadalupe mediante el desfile de la Pica e´Leña que se llevó a cabo el pasado 8 de noviembre.

El evento forma parte de los festejos de la Virgen que se iniciaron el 1 de noviembre con Contadera de Días en la que se desgranan mazorcas de maíz para llevar el cálculo de cuánto tiempo falta para el Gran Celebro de “La Guadalupe” que se desarrolla el 11 y 12 de diciembre.

La Pica e´Leña 2014 –que tuvo el patrocinio de la Municipalidad de Nicoya- se inició con el estallido de bombetas en la madrugada (3 a.m.) para marcar la salida de una caravana de boyeros que partió desde la Cofradía hasta una finca propiedad de José Naén Nema lugar que está ubicado unos 2 kilómetros al noroeste del centro de Nicoya.

El especialista en costumbres y tradiciones de Guanacaste, Carlos Arauz, estima que la tradición de la Pica e’Leña se inició un poco después del año 1544 cuando apareció “La Yegüita” en las faldas del cerro de La Cruz en Nicoya; por eso, se calcula que podría tener una historia de aproximadamente 470 años.

Durante 1544, un 12 de diciembre después de la misa de la Virgen de Guadalupe cuando un grupo de devotos regresaban a sus ranchos en las cercanías de la punta del cerro, unos hermanos pasados de tragos tuvieron un disgusto y empezaron a pelearse a machetazos.

Para evitar una desgracia los presentes invocaron a la Virgen de Guadalupe para que detuviera la pelea y; de pronto apareció, una yegüita que a patadas y mordiscos, separó a los contendientes.

Éxito total

En la Pica e´Leña 2014 estuvieron presentes 25 boyeros de Jicaral, Hojancha, Nicoya, Nandayure, Alajuela y Cartago –entre otros lugares- quienes al mediodía luego de cargar las carreteras regresaron al centro de Nicoya donde llegaron acompañados por una nutrida caravana que bailó con los acordes de una cimarrona.

Según el Alcalde de Nicoya, Marco Antonio Jiménez, la concurrida asistencia es una clara señal de que el guanacasteco se mantiene firme en la preservación de las tradiciones a pesar de los embates de la modernidad.

“Estamos muy contentos de ver que una experiencia de 470 años de historia no pasa desapercibida en Nicoya, ni en Guanacaste. Por el contrario, este evento ya se transformó en un ícono de la cultura de Costa Rica. Es una muestra clara de que el nicoyano no olvida de donde viene, ni cuáles son sus raíces”, expresó el Alcalde Jiménez.

Oscar Valerio Vargas, Cura de la Parroquia de Nicoya, resaltó la participación de una buena cantidad de jóvenes en el desfile, porque consideró que la presencia de las nuevas generaciones es “vital” para que se mantenga viva la devoción a la Virgen de Guadalupe.

“Esta es una fiesta muy especial que llevamos en el corazón. Tenemos que luchar para que esta tradición se mantenga viva porque ciertamente con el paso del tiempo a veces se mezclan cosas que no corresponden al festejo original. Por eso, cuando veo tanto joven tengo mucha esperanza de que hay Pica e´Leña para mucho rato”, resaltó Valerio.

La caravana de boyeros, cortadores de leña “(hacheros”) y la cimarrona realizó un recorrido por las principales vías del centro de la ciudad de Nicoya bordeando el Parque Recaredo Briceño para rematar en la Cofradía a donde llegaron acompañados de unos 20 jinetes.

Los troncos cortados durante la Pica e´Leña se dejan almacenados un mes en la Cofradía para utilizarlos en la cocción de alimentos y bebidas tradicionales (frito, arroz de maíz, gallina “achiotada”, etc) para el festejo del 11 y 12 de diciembre.