- Con las cinco fuentes de la matriz nacional.
- País destaca nuevamente en informe de REN21 sobre energías limpias.
- Exportaciones al MER llegaron a 324 gigavatios hora en mismo período.
Costa Rica sumó 98,58% de generación renovable en su Sistema Eléctrico Nacional (SEN) durante los primeros seis meses de 2022. El dato preliminar confirma la tendencia mantenida desde hace 2015, y consolida al país como líder en producción de energía limpia con su matriz de recursos diversificados y complementarios.
La organización REN21, especializada en energía sostenible, destacó en su informe para 2021 –publicado el mes pasado–, la tarea desempeñada por nuestro país. El estudio colocó a Costa Rica junto con Finlandia, Islandia, Noruega, Paraguay y Uruguay como las naciones que encabezan la producción renovable en el planeta.
Entre enero y junio de 2022, el agua brindó el 70,08% de la electricidad proveniente de las plantas nacionales. El segundo aporte corresponde a la geotermia, con 14,18%, seguido por el viento, con 13,46%. La biomasa y el sol representaron el 0,86%, y finalmente, el respaldo brindado por las centrales térmicas significó 1,42%.
“El papel de la electricidad limpia es esencial para consolidar las iniciativas de descarbonización de la economía, que incluyen el transporte público y privado, los procesos industriales y la cocción. Nuestro compromiso es mantenernos en la parte más alta del umbral renovable”, explicó Marco Acuña, presidente de Grupo ICE.
De los 6.213,45 gigavatios hora (GWh) producidos en este período, el país exportó 324 GWh al Mercado Eléctrico Regional (MER), con ingresos –en datos preliminares– por $30,1 millones. Estos recursos son considerados en el cálculo del Costo Variable de la Generación (CVG) y aportan a la operación del SEN, para beneficio de todos los consumidores.
Durante el segundo semestre de 2022, el porcentaje de generación renovable aumentará, dado que se entra en el período más húmedo del año. Los embalses de regulación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) –que funcionan como la base firme del SEN– muestran niveles normales dentro del promedio histórico.