- Forma de cuidar el planeta se basa en prácticas y metodologías que permitan usar de manera eficiente productos de tecnología.
- Considerar proveedores que sean responsables con el ambiente y aplicar medidas a lo interno de la organización, también suman a un cambio positivo.
Conscientes de la crisis climática, grandes representantes del sector público y privado en el mundo se mantienen en la carrera de aplicar medidas que contribuyan al bienestar del medio ambiente.
Uso de energías renovables, ahorro de agua, tratamiento de desechos y reforestación son algunas de las prácticas que usualmente se aplican, y a la cual se pueden sumar nuevas estrategias que ayuden a reducir el impacto ambiental, tales como el Green IT o informática sostenible.
Esta forma de cuidar el planeta se basa en un conjunto de prácticas y metodologías que tienen como objetivo usar de manera eficiente los recursos e infraestructuras de tecnología, que van desde una computadora hasta equipos complejos, como un data center.
De acuerdo con especialistas, una de las medidas que provocaría un mayor impacto positivo desde las empresas, es la manera en que estas realizan sus decisiones de compra.
“Las prácticas de compra habituales representan la mayor barrera para el logro de una economía industrial más sostenible. A menos que innovemos en la manera en que compramos continuaremos reproduciendo los impactos sociales, ambientales y económicos que experimentamos en nuestra economía industrial actualmente”, indicó Santiago Chan, Gerente Regional de Negocios Centroamérica de HP.
Entre las medidas para ser una organización que coopera desde el Green IT, destaca el aplicar una buena evaluación de aliados, es decir, mantener la relación de compra con marcas y compañías que ya se hayan vuelto más ecológicas. Además de identificar si este realiza programas de reciclaje, participar de ellos y confirmar si tiene un compromiso con la prevención de la deforestación.
Un ejemplo claro de una empresa de la industria de IT comprometido con el ambiente es CMA, quien desde hace 10 años adquirió un terreno llamado “Finca Narnia” que hoy es un sumidero de carbono, que protege el recurso hídrico de la microcuenca del Río Torres el cual abastece el 25% del agua que se consume en la capital, y conserva la biodiversidad del corredor biológico.
Las 10 hectáreas antes estaban dedicadas al cultivo de helechos para exportación y había muy poca flora y fauna, pero actualmente posee más de 8000 mil árboles que se han sembrado con el fin de estimular la regeneración del bosque.
“Esfuerzos como estos nos permite confirmar que hemos superado nuestra huella en un 500% y además beneficiar a nuestros clientes. Hacemos un llamado para que más empresas costarricenses se sumen a ser empresas sostenibles que incorporen en sus estrategias y objetivos empresariales acciones para cuidar el medio ambiente”, comentó Julio Castilla, Gerente general de CMA.
Otras acciones que también suman. Al igual que ejecutar alianzas con proveedores de tecnología que incluyen en su operación medidas en pro del ambiente, las organizaciones también pueden sumarse al cambio aplicando prácticas a lo interno que permitan contribuir con la reducción de la huella de carbono.
Adquirir equipos que sean eficientes y no consuman mucho recurso eléctrico, usar artículos que se puedan reutilizar y que sean producidos con material reciclado, instalar fuentes energéticas renovables para alimentar sus equipos, apagar los equipos que no se estén utilizando y digitalizar procesos para reducir el consumo de papel, pueden ayudar en la generación de un impacto positivo.