Al ser el café una de las bebidas más consumidas en el mundo, el volumen de residuos resultante de la infusión de este producto es vertiginoso, donde solamente en Londres se generan 200.000 toneladas cada año, de los cuales una ínfima parte se destina al compostaje, y el resto acaba en los vertederos. De allí surgió la iniciativa de un joven londinense llamado Arthur Kay de investigar cómo convertir los residuos en biocombustibles avanzados. Producto de su investigación, ha puesto en marcha una planta que será capaz de transformar el poso de la bebida en biocombustibles o pellets a bajo costo y donde tratará 30.000 toneladas anuales.
Implicaciones para Costa Rica
Investigaciones de este tipo proporcionan nuevas formas de aprovechar los recursos de la cadena alimentaria de forma sostenible. Además, representan una alternativa para aprovechar las miles de toneladas de residuos que se producen todos los días.
Estar en constante actualización de nuevas tecnologías de producción y descubrimientos científicos brindan a las empresas costarricenses insumos de producción y oportunidades de negocio que le pueden permitir ampliar su oferta exportable, reducir costos, diversificar sus mercados y principalmente, acoger prácticas de producción amigables con el ambiente, lo cual brinda un alto valor agregado muy valorado por los consumidores que se preocupan por el bienestar de la naturaleza.
Por tal motivo, los empresarios y empresarias deben estar siempre a la vanguardia de los procesos tecnológicos que contribuyen con las mejoras en sus procesos productivos y energéticos, más aún si generan combustibles que colaboran con la conservación del planeta.