Según estimaciones recientes realizadas por el proyecto BIOMARCC-SINAC-GIZ, los manglares del país almacenan cinco veces más carbono que la totalidad de las emisiones producidas por la flota vehicular de nuestro país en un año. Se calcula en 20 millones de toneladas de carbono almacenadas por este ecosistema.
Costa Rica mantiene una superficie cercana a las 48.299 hectáreas de manglares, y se determinó una pérdida de 3.831 hectáreas durante los últimos 20 años, lo que se tradujo en la liberación de 1,6 millones de toneladas de carbono, equivalente al 40% de las emisiones de la flota vehicular en un año en el país. Dicho de otra manera, se dejo de secuestrar 1.3 veces la cantidad de emisiones producidas por todo el sector de uso de la tierra en Costa Rica en la década de los 90.
Es la primera vez que a nivel nacional y centroamericano, se cuantificaran las existencias de carbono a nivel de todo el ecosistema de manglar, esto significa que, no solo se consideró los árboles en pie, sino también el retenido por la regeneración, vegetación herbácea, hojarasca, madera caída y el suelo. Gracias a los datos obtenidos se pueden precisar los porcentajes de almacenamiento, teniéndose que, los suelos costeros de manglar, almacenan más carbono que el contenido en árboles. (el Manglar Térraba-Sierpe almacena el 76% del total de carbono en el ecosistema, mientras que los árboles en pie solo el 20%). Los manglares son uno de los ecosistemas de la tierra con las tasas más altas de productividad, contribuyen con el reciclaje de nutrientes, captura de sedimentos, filtración de toxinas, hábitat para muchas especies, protección de las costas ante el embalaje del oleaje, huracanes, marejadas y constituyen una herramienta potencialmente efectiva de mitigación al cambio climático.
El secuestro del carbono por las plantas es una alternativa de bajo costo que permite reducir el contenido del dióxido de carbono (CO2) atmosférico. Por ello el manejo forestal y de humedales representa una oportunidad para el almacenamiento de carbono. En el caso de los suelos orgánicos de manglares, los promedios de descomposición son bajos y su potencial de almacenamiento de carbono es alto, por lo que se constituye en una alternativa para el secuestro de carbono. El proyecto BIOMARCC es una iniciativa de apoyo al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC-MINAET) ejecutado por la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), por encargo del Ministerio Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) en el marco de su Iniciativa Protección del Clima (IKI).
El objetivo principal del proyecto es "Incrementar las capacidades de adaptación de los ecosistemas marino-costeros de Costa Rica ante las consecuencias del Cambio Climático".