Durante tres años, el país realizó las gestiones para la llegada de este crucero.
El sol y la brisa del Puerto de Puntarenas dieron la bievenida este martes al crucero de expedición “Greg Mortimer”, procedente de Ushuaia, Argentina, región conocida popularmente como el “fin del mundo”, pues marca el final del continente americano en su extremo sur.
El crucero llegó a Costa Rica con 74 tripulantes y aquí, 45 pasajeros de Australia y Reino Unido, se embarcarán en él luego de visitar Puntarenas, Isla Tortuga, Manuel Antonio, Quepos y Golfito, en su recorrido de cinco días en el país, para salir luego rumbo a Panamá.
De bandera de Bahamas, el crucero fue construido en el año 2019, posee una eslora de 104 metros y manga de 18 metros, con capacidad para 160 pasajeros, 62 tripulantes y cuenta con 80 camarotes.
Es un crucero de lujo dedicado a excursiones de 10 a 26 días en que la línea Aurora Expeditions organiza excursiones para la compañía de cruceros The Luxury Cruise Company. Su operador es CMI Ship Management, con sede en Miami.
Por lo general, el “Greg Mortimer” transporta grupos pequeños de pasajeros y opera en las dos regiones polares con pasajeros interesados en la protección y preservación de las zonas.
Por primera vez, como parte de la Estrategia de Cruceros que sigue la Unidad de Atracción de Inversión del ICT y realizadas durante tres años por el sector privado, el “Greg Mortimer” visita Costa Rica y tiene al país dentro de sus itinerarios para las próximas temporadas.
“La reactivación de este nicho, con cruceros de expedición y de lujo como éste generan un mayor ingreso económico al país y a las ciudades puerto que visitan, permitiendo la recuperación económica en las zonas costeras de actividades turísticas y sus encadenamientos”, mencionó Gustavo Alvarado, Ministro rector de Turismo.
Los pasajeros de estos cruceros ingresan al país por el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría para abordar el crucero en el Puerto Puntarenas e iniciar el recorrido por diferentes puertos nacionales y continuar hacia otro destino internacional. En otros casos, el crucero ingresa al país con los pasajeros procedentes de puertos internacionales y desembarcan en nuestros puertos para salir por el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
En cualquiera de los casos mencionados, los cruceristas permanecen en el país entre dos y tres días previo al inicio o término del viaje, generando ingresos a la economía nacional.
Sus pasajeros se caracterizan por viajar mucho, ser cultos y educados, conocer de historia y de los destinos a los que se dirige el barco. A menudo, son personas recientemente jubiladas, activas y aventureras, disfrutan de las excursiones en tierra y prefieren el turismo de aventura que el turismo de compras.
Además, gustan del ambiente relajado e informal a bordo de barcos pequeños.
¿Quién es?
“Greg Mortimer” es de los primeros alpinistas australianos en escalar, en 1984, el Monte Everest sin asistencia de oxígeno y por ello el nombre de la embarcación.
Al retirarse del alpinismo, Mortimer se dedicó a organizar viajes de lujo por la Antártida y debido a su gran pasión por la aventura, él y su esposa Margaret Mortimer cofundaron Aurora Expeditions.
El Greg Mortimer fue el primer buque construido con el objetivo de aventuras polares, con standards de clase mundial. Se usaron algunas de las últimas ventajas de diseño y tecnología naval.
Su proa de diseño llamado Ulstein X-Bow o de proa invertida, conocida como “thumblehome” (perforador de olas), es usada en los mares con fuerte oleaje porque disminuye notoriamente el cabeceo del buque, ya que la proa no trepa la ola sino que la atraviesa y hace más rápido el tránsito a través de ellas, combinado con estabilizadores dinámicos.
El buque usa un sistema de anclaje virtual protegiendo y minimizando los daños al suelo marino de las anclas convencionales, desembarcando en Zodiacs, kayaks, entre otros, sin perturbar el suelo de áreas marinas y protegiendo los medio ambientes más frágiles.
Posee plataformas únicas de visión, con dos plataformas que se despliegan en forma hidráulica para tener una visión sin obstrucciones de la vida marina y de avistamiento de aves.