Melissa Solís Cordero / Periodista Periódico Mensaje
Aunque muchos no suelen visitar el médico con frecuencia para conocer su estado de la salud, deben de tener presente que con o sin solicitud médica pueden acercarse a un laboratorio clínico para un chequeo general, y de esta forma descartar cualquier padecimiento, que sólo a través de un examen se puede diagnosticar.
Maureen Navarro Vallejos, microbióloga de la Universidad de Costa Rica, fue enfática en que estas pruebas son primordiales en la medicina, para monitorear y curar una enfermedad; y recomienda realizar un test de Perfil básico mínimo una vez al año.
“Los exámenes de laboratorio en conjunto con la historia clínica y el examen físico, aportan una valiosa información sobre el estado del paciente”, dijo Navarro.
En este sentido, a partir de los 6 meses es cuando las personas inician los exámenes clínicos de manera preventiva para el control del niño sano, que incluye pruebas como el hemograma para determinar los niveles de hemoglobina principalmente. A partir del año y en los siguientes, se deben realizar estudios de acuerdo a la edad.
Los exámenes también sirven para dar seguimiento a enfermedades crónicas como: la diabetes, hipertensión, enfermedades renales, cardiovasculares, entre otras.
De acuerdo con Navarro, las pruebas de laboratorio más recomendadas son: el hemograma completo, que consiste en un recuento de las células sanguíneas (leucocitos, glóbulos rojos y plaquetas), además incluye la cuantificación de hemoglobina y otros índices relacionados dentro de los glóbulos rojos. De esta forma, brinda información general del estado del organismo en cuanto a las defensas, conocer si hay un estado infeccioso bacteriano, viral ó inflamatorio y se pueden determinar enfermedades tales como anemias, leucemias o relacionados al recuento de plaquetas.
Otro test es el perfil lipídico, el cual incluye la determinación de colesterol total, lipoproteínas HDL (colesterol bueno) y LDL (colesterol malo) y los Triglicéridos. El colesterol total elevado es un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares y ateroesclerosis, de manera que con este análisis se puede evaluar los factores de riesgo coronarios.
Asimismo, se encuentra la determinación de glucosa, que permite la medición del azúcar en la sangre y así detectar y monitorear la población con riesgo de desarrollar diabetes. Esta enfermedad, tiene el riesgo de afectar órganos como el corazón, los riñones y los ojos.
Luego están las pruebas de función renal, que incluye la determinación de nitrógeno ureico u creatinina, ambas ayudan a evaluar la función de filtración del riñón, para identificar enfermedades renales.
Uno de los más conocidos es el de orina general, que da información acerca el sistema urinario como: infección bacteriana, diabetes, alteración en el funcionamiento de los riñones, cálculos o piedras renales.
Otro popular es el de heces generales, el cual busca parásitos que puedan ser causantes de malestares estomacales y diarrea, además de determinar la presencia de infección bacteriana e incluso problemas de malabsorción intestinal.
Según Navarro, para las personas que ya tienen un padecimiento crónico, las pruebas de laboratorio son más específicas para su enfermedad y se deben monitorear más seguido cada 4 o 6 meses, de acuerdo al estado del paciente y las recomendaciones de su médico.
Exámenes importantes para mayores de 30 años
También existen otras pruebas importantes que deben realizarse además de las anteriores, para un estudio más completo en los adultos mayores de 30 años, como: las pruebas de función, las cuales incluyen en primera instancia la determinación de dos enzimas del hígado TGP(ALT) y TGO (AST). Ambas proteínas se utilizan para valorar posibles daños o enfermedades en el hígado.
Otras prueba identifica el Antígeno Prostático Específico (PSA) Total, una sustancia producida por las células de la glándula prostática, se encuentra principalmente en el semen pero también en pequeñas cantidades en sangre. Se considera un marcador tumoral porque su concentración en sangre se eleva cuando las células cancerosas en próstata, producen gran cantidad de esta sustancia. Se recomienda realizar esta prueba una vez al año en los hombres mayores de 40 años.
Además está el perfil de hormonas tiroideas, fundamental para descartar o confirmar padecimientos de la glándula tiroides. Incluye la medición de 4 hormonas: TSH, T3, T4 Total y T4 libre. La determinación de estas hormonas ayuda a descartar la presencia de enfermedades de la tiroides, ayuda al médico especialista (endocrinólogo) a valorar el tratamiento del paciente y la evolución de la enfermedad.
Actualmente se recomienda incluir en el chequeo médico preventivo anual, un análisis de las hormonas tiroideas.
La mayoría de las pruebas se pueden hacer sin un estado o condición de ayuno. Las pruebas que requieren una condición estricta de ayuno de 10 a 12 horas son la determinación de glucosa y el perfil de Lípidos.
La doctora Navarro asegura que si el paciente no es asesorado por el médico, igual puede recurrir a un microbiólogo que le sugiera las pruebas de acuerdo al padecimiento que deseen descartar.
Además expuso que los pacientes deben asegurarse que el laboratorio que les realiza los análisis cuente con procesos y procedimientos de calidad, equipos y tecnología actualizada y por su puesto bajo la supervisión de un profesional en microbiología. Con esto se garantizan resultados precisos, reproducibles y confiables.