• En Panamá y Costa Rica, las cifras de bancarización crecieron en más de un 60%, según el Banco Mundial

Ofrecer servicios de banca personalizada que se acerquen a los que brindan las fintech es uno de los retos que enfrentan los servicios financieros tradicionales; sin embargo, no solo se trata de desarrollar soluciones eficientes que satisfagan las necesidades de los clientes, también, es necesario garantizar que los datos que aporta cada usuario están protegidos de posibles ciberataques y robo de información. 

En el mundo, Estados Unidos y Reino Unido lideran la implementación de herramientas de banca con los pilares de ciberseguridad  a la medida de  los servidores que sostienen la información financiera de miles de usuarios.

En el caso de nuestra región, Centroamérica y el Caribe, sus países avanzan hacia marcos de intercambio de datos a diferentes velocidades.

Si bien, las cifras de bancarización de naciones, como Panamá, República Dominicana y Costa Rica van en ascenso con crecimientos de 64,5%; 46,31% y 64,5% respectivamente, según el Banco Mundial; existen retos importantes sobre la ciberseguridad para la  región.

Según datos del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Ransomware es uno de los ciberataques más utilizados por criminales de la información, en Centroamérica y el Caribe, con una cifra de un 41% del total de amenazas; la lista es seguida por BEC con un 16%; ataques que incrementaron en tiempos de pandemia cuando los usuarios llevaban a cabo transacciones desde cualquier red WiFi y todo tipo de dispositivos.

“El impacto de la digitalización es innegable pues se aperturaron 40 millones de cuentas nuevas de servicios financieros en la región. Sin embargo, es necesario fortalecer las habilidades empresariales y digitales de los usuarios y las empresas para proteger los datos que se conservan en el sector financiero”, subrayó la experta, Martha Ardila, directora Regional de Ventas en Centroamérica y el Caribe  para la firma de código abierto, Red Hat.

“Durante muchos años la banca tradicional sentía temor por la transformación del sector con el uso de las fintech, pero el uso constante de la población ha venido generando cada vez más confianza hasta que, durante la pandemia, los bancos de la región que no habían dado el paso hacia la digitalización avanzaron, ofreciendo servicios cada vez más robustos que atienden las necesidades de sus clientes”, agregó Ardila.

Por su parte, la firma líder en código abierto, Red Hat, ofrece soluciones que brindan  ventajas para la digitalización bancaria, como flexibilidad; acceso a tecnología de vanguardia; y simplificación en la adopción de una infraestructura de nube híbrida; herramientas creadas y  actualizadas teniendo en cuenta los pilares de seguridad.

“Las herramientas de código abierto que se utilizan en el sector financiero son tan o más seguras que el software propietario; esto es una característica primordial si se tiene en cuenta la cantidad de fraudes que los ciberdelincuentes logran ejecutar y que, sin importar el número exacto, siempre ponen en juego la reputación de la compañía y la integridad financiera de los usuarios”, añadió la experta de es

Cabe recordar que, de la mano de la tecnología de soluciones abiertas, también debe desarrollarse la llamada “cultura abierta”, un proceso que lleva su tiempo; pero que resulta fundamental: “No solo se requieren modernas aplicaciones para transformar el sector bancario, sino también una mentalidad que permita adoptar nuevas habilidades de uso, optimización de procesos y aportar nuevas ideas que ayuden a satisfacer las necesidades de los usuarios”, resaltó la Ardila.