A principios de marzo, el diputado Claudio Monge, hizo un visita al pueblo Corral de Piedra en Nicoya, allí pudo estar de cerca con los pobladores, quienes le manifestaron la preocupación de la posible explotación del cerro que lleva el mismo nombre del pueblo, con la eventual instalación de un proyecto de extracción de piedra caliza, que en ese cerro instalaría la empresa Holcim.

En ese pueblo lo que más abunda es la preocupación, porque ya han comprobado que la empresa ya compró un terreno denominado Hacienda Venecia, que abarca buena parte del cerro colindante y el humedal.

En la visita de Monge, se encontró con el maestro, Mario Espinoza, que le indicó que esa comunidad se opone a la iniciativa porque según “no ocupamos caminos, ni plazas, ni nada de lo que nos han ofrecido, porque la naturaleza se pierde para siempre”.

 El educador añadió que “nada hacemos con una plaza si nuestras familias van a estar afectadas con asma y demás enfermedades respiratorias, por la contaminación del polvo” que asegura ocasionará la extracción del material.

Jorge Vieto, gerente de Energía y Ambiente de Holcim, dijo al semanario El Financiero, que el proyecto en este momento se encuentra en una fase de investigaciones preliminares.

“El hecho de comprar esta propiedad no indica que se vaya a desarrollar el proyecto, pues eso está en estudio; compramos la propiedad para garantizar acceso al recurso en el futuro. Lo más irónico es que la mayor parte no se va usar”, afirmó al periódico semanal.

La propiedad adquirida mide unas 1.000 hectáreas, de las cuales más de 400 comprenden humedales, y más o menos la mitad de ellas pertenecen al humedal Corral de Piedra.

El legislador les recordó a los vecinos en su última visita, que su despacho realizó gestiones ante instancias como la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) o el Ministerio del Ambiente,

Energía y Telecomunicaciones (MINAET) y determinó que hasta el momento “no han tramitado nada”.

En la gira al lugar, ante la alarma de vecinos de que la Cementera Holcim S.A pretende derribar una parte del cerro para abrir un tajo y extraer materiales, dañando la biodiversidad de la zona y las zonas de recarga acuífera aledañas.

Hemos iniciado gestiones ante la Municipalidad de Nicoya y el MINAET con tal de evitar un nuevo “Crucitas” en el lugar.

“Estamos con la comunidad de Corral de Piedra en Nicoya. Su ejemplo de unidad es la garantía del triunfo sobre el mercado insaciable del cemento, cuya voracidad devastadora convertirá a Costa Rica en un vil desierto. Apoyemos fuertemente, este caso es tan grave como Crucitas, Calero o la Loma Salitral; sino más por tratarse de un humedal único. Los cementeros ven dólares volando en vez de aves de tantas especies. ¡basta de estafar comunidades con espejitos y canicas de colores!”, dijo luego de concluir su gira el legislador. Por su parte, el acalde nicoyano, Marco Jiménez, coincidió con las versiones del diputado.

“Estoy de acuerdo, que debemos apoyar las iniciativas comunitarias, tal y como expone don Claudio”, dijo el alcalde.