- Expertos recomiendan distancia mínima entre granjas para evitar la propagación de enfermedades
- Se deben conocer las necesidades específicas para cada etapa de la producción porcina.
Las personas que participan de la porcicultura deben invertir y priorizar en una buena estructuración de la granja para proveer de bienestar a los cerdos.
Las condiciones del espacio, que van desde la higiene hasta la climatización, son fundamentales para garantizar la producción con calidad del producto final. La carne de cerdo es una de las más consumidas en el mundo, por lo que es primordial contar con buenas prácticas de producción.
Para estructurar una granja porcina, la bioseguridad es fundamental
De acuerdo con Akemi Valencia, Directora de la Unidad de Porcicultura de MSD Animal Health en América Central, Caribe y Ecuador (CENCA EC), el principio básico de la estructura de una granja porcina que garantiza el bienestar animal es la elección del lugar para la instalación, ya que debe haber una distancia mínima entre cada una de ellas para evitar la propagación de enfermedades. Además, es importante que el espacio esté equipado con instalaciones para proteger a los cerdos y mantener la temperatura correcta del ambiente.
“Tener un cerco alrededor para evitar el ingreso de otros animales, utilizar biodigestores como alternativa para el tratamiento de los desechos, diseñar las instalaciones con su eje longitudinal para que el sol recorra su trayectoria diaria y, en el momento de la construcción, tener en cuenta la trayectoria del sol (orientación Este-Oeste)”, mencionó la especialista en producción porcina de MSD Animal Health.
Como los cerdos son animales que prefieren ambientes con temperatura y humedad del aire más bajas, detalles como la estructura y la altura del techo son fundamentales para brindar un clima adecuado para el bienestar del hato .
“El techo recibe radiación solar, por lo tanto, el material apropiado será uno que tenga resistencia térmica. La altura ideal del piso al techo debe ser de 3,0 m a 3,5 m, porque cuanto más alejados están los animales de la superficie inferior del material de cobertura, menor es la carga térmica que reciben”, aconseja Valencia.
Porcicultura
Las instalaciones de la granja porcina deben manejarse según la etapa de producción, pues los cerdos presentan diferentes necesidades fisiológicas dependiendo de su edad, peso y, principalmente, etapa de producción.
Para garantizar el bienestar de los animales y la producción de carne de calidad como producto final, el responsable de la crianza de los cerdos debe conocer las necesidades específicas de cada etapa de producción, principalmente, después de la lactación y destete, es decir, crecimiento, desarrollo y engorde.
Las necesidades, comportamiento y características físicas de los animales varían según cada fase y el manejo de las instalaciones por parte del porcicultor durante cada etapa de producción es crucial para la salud de los animales y para la obtención de índices zootécnicos satisfactorios.
“El control del ambiente en los sistemas de cría intensiva es de suma importancia. Es importante brindar las condiciones adecuadas, tanto en el manejo como en las instalaciones, climatización del ambiente, nutrición y sanidad en cada etapa de la producción”, afirmó Akemi Valencia.
La especialista destacó la importancia del confort térmico para el desarrollo de los cerdos y señala adaptaciones que considera imprescindibles en la estructura de una granja porcina para un mayor confort del animal.
Mantener el ambiente limpio, desinfectado, seco y cálido son las primeras recomendaciones de la especialista. Las condiciones estructurales de la granja son igual de importantes que la nutrición de los cerdos, que también debe adaptarse según la etapa de producción.
A su vez, Luis Diego Rojas, Presidente de la Cámara Costarricense de Porcicultores (CAPORC), explica que en la porcicultura costarricense se respetan los espacios adecuados para el confort de los animales según su etapa de vida. Las granjas cuentan con medidas de bioseguridad, servicio médico veterinario, nutricionistas especializados que aseguran que los cerdos consuman dietas adecuadas en base a sus requerimientos y necesidades fisiológicas.
“Los productores porcinos costarricenses han invertido en tecnificación, genética, educación y nutrición al punto que año a año hemos ido acercando nuestros parámetros productivos a los de potencias latinoamericanas. El productor asociado a CAPORC es respetuoso del bienestar animal, del medio ambiente y de las regulaciones estatales. El consumidor tico puede estar seguro de que la carne de cerdo producida en Costa Rica es de altísima calidad, producida bajo las mejores condiciones de bioseguridad, bienestar animal y compromiso ambiental”, mencionó Rojas.