La expresión moderna de la arquitectura, al igual que la de otros lenguajes precedentes, constituyó una influencia de época que conformó y definió la imagen urbana de las principales ciudades a lo largo del siglo XX.
Sin embargo, una investigación de la arquitecta Ileana Vives Luque, recientemente plasmada en la publicación “Pioneros de la Arquitectura Moderna en Costa Rica”, la costarricense expone las diferentes razones que llevaron a la construcción de edificaciones del lenguaje arquitectónico moderno en Costa Rica, principalmente edificadas hacia la segunda mitad del siglo XX.
Según explicó la arquitecta, este libro pretende explicar en forma amplia los diferentes aspectos que desembocaron en que el país pasara de la arquitectura historicista, como el Teatro Nacional de Costa Rica o el edifico metálico de la Escuela Buenaventura Corrales, a edificios modernos con “forma de cajón”, cubiertos con piel de vidrio.
El paso a la arquitectura moderna en el mundo “fue un largo proceso que inició en Europa y tomó más de cien años conformándose. Intervino la industria, el uso de materiales, las corrientes artísticas, los nuevos planteamientos urbanísticos; es decir, para la conformación de lo que nosotros llamamos arquitectura moderna, que es esta arquitectura de volúmenes puros, tuvieron que incidir una serie de circunstancias para que se estableciera tal y como nosotros la conocemos”, explicó la arquitecta.
Vives expone además en su libro que mucha de la influencia moderna llega al país mediante los jóvenes arquitectos que en su época estudiaron en el extranjero y fueron formados en las diferentes universidades del exterior, con nuevas tendencias y principios. Otros procesos que resalta la investigadora, es la presencia de publicaciones especializadas que siempre llegaron al país en esa época; además, la influencia del cine en su momento y posteriormente la televisión.
“Hay una coyuntura que se suma: la Revolución de 1948, que sin proponerse incorporar una arquitectura nueva que la representara, el mismo espíritu de la época hizo que fuera la expresión moderna la forma en que se construyeron las nuevas instituciones, como el Instituto Costarricense de Electricidad, la Universidad de Costa Rica, la Caja Costarricense del Seguro Social, el Instituto Nacional de Seguros, el Circuito Judicial, entre otras edificaciones tan emblemáticas y representativas en nuestra ciudad”, indicó Vives.
“Me parece muy importante entender por qué pasamos de edificios historicistas a edificios de muchos pisos, en volúmenes puros; que la gente realmente pudiera entender a qué se debió eso. No es tan gratuito como decir que simplemente fue un cambio de gusto, sino que está involucrada una nueva concepción del espacio en la arquitectura, así como también se involucra la tecnología, la paleta de materiales disponibles, entre otros aspectos”, amplió Vives.
La arquitecta informó que esta publicación se dirige principalmente a la academia; sin embargo, el libro puede ser también de provecho para el lector interesado en conocer y tener un criterio más fundamentado, porque además desarrolla temáticas relacionadas con urbanismo, historia, historia del arte, tecnología de la construcción en Costa Rica, entre otras áreas.
“El libro no solamente trata de estilos arquitectónicos, sino que desarrolla el tema de los estilos arquitectónicos inmersos en un contexto cultural; en decir, en la economía, la política, el urbanismo, tecnología, patrimonio inmaterial. Traté de dar el enfoque más amplio posible, para ver nuestra realidad a partir de nuestra particularidad”, concluyó Vives.
Ileana Vives Luque ha realizado diversas publicaciones en calidad de coautora; dos de ellas sobre Patrimonio Arquitectónico, con el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud. Además, cuenta con tres publicaciones y una más en camino, también como coautora, con el Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH). Su publicación más reciente, “Pioneros de la Arquitectura Moderna en Costa Rica”, es la primera en calidad de autora.
Esta publicación se realizó con apoyo del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y del Ministerio de Cultura y Juventud. Los libros se pueden adquirir en el CFIA; además, cerca de 150 ejemplares serán distribuidos en las Bibliotecas Públicas del país, para consulta del público en general.