- Formalización de la minería artesanal en pequeña escala reactivaría economía del cantón.
Karen Retana Barboza
Periodista Periódico Mensaje
Potenciar la actividad minera artesanal bajo el marco de la legalidad y con ello convertir a Abangares en un cantón joyero, es la principal prioridad de más de 700 personas cuyo sustento depende de la extracción de oro. La minería es la principal fuente de ingresos para un tercio de las familias del cantón y empleo indirecto de casi el 80% de la población restante.
En la actualidad, cerca de un 20% de los oreros artesanales están agremiados en cooperativas entre ellas: Coopeoro, Coopeabangares y Coopebonanza, así como por medio de la Asociación Nacional de Mineros, el resto trabajan de manera independiente.
Todos ellos enfrentan retos para lograr un mayor desarrollo, como: disponer de equipos para un proceso eficiente de trabajo, acceso a créditos bancarios, seguro social, pólizas por ser un trabajo que no se enmarca en la legalidad, así como la capacidad para financiar estudios ambientales y técnicos para obtener concesiones.
A pesar de sus luchas y de la entrada en vigencia en el 2010 de la Ley 8904, “Ley para declarar a Costa Rica país libre de Minería a Cielo Abierto”, que prohíbe este tipo de actividad y regular la minería subterránea, lo cierto es que algunos de los acuerdos que buscaban impulsarla, así como al modelo cooperativo, no se lograron consolidar por incumplimientos del Estado.
“No tenemos ninguna seguridad jurídica, las cooperativas están dispuestas a que se reglamente, a trazar el oro para asegurar de que sea de Abangares, a pagar impuestos, pero que nos dejen trabajar”, dijo Pablo Segnini, vicepresidente del Concejo Municipal y presidente de la comisión minera de Abangares.
Solo una cooperativa y una asociación cuentan con concesiones para explotar esta actividad. El trámite para obtener dichas concesiones a cargo de la Dirección de Geología y Minas es lento. Actualmente existe un proyecto de ley para regular la actividad minera artesanal y de pequeña escala (MAPE), con el fin de brindar una solución integral y beneficiar a quienes ejercen esa actividad en Abangares.
“Con los cambios planteados, se pueden brindar concesiones bajo un esquema regulado a quienes ya extraen en la zona, permitiendo un mayor control y seguridad de las operaciones”, explicó Ileana Boschini, Directora de la Dirección de Geología y Minas.
En cuanto a la viabilidad ambiental requerida para operar, se establece una evaluación para actividades nuevas considerando que la extracción es artesanal, con lo cual los requisitos son hechos a la medida; y para las ya existentes, permite formalizarse mediante un instrumento de gestión ambiental minero correctivo, aseguró Ulises Álvarez Acosta, Director General de SETENA.