Hoy en día, muchas empresas trabajan de manera híbrida y tienen gran parte de la información en la nube, lo que ha permitido que las ciberamenazas sigan creciendo y siendo cada vez más complejas y avanzadas, desafiando la seguridad de sus procesos y la protección de sus datos. Y es que si el entorno digital cambia todos los días drásticamente, la forma en la que se le ataca también.
El incremento del uso de herramientas digitales, más aún en la temporada de pandemia, generó un incremento en los riesgos empresariales. Cada vez somos más los que trabajamos desde casa, utilizando redes domésticas para conectarnos a los sistemas de la corporación con normalidad pero sin tener en cuenta la protección de la información.
Por lo anterior, es importante entender que las amenazas que imponen riesgos a una organización y sus datos proceden de diversas fuentes. Entendiendo esto es relevante aclarar que este tipo de situaciones se puede descubrir en tiempo real o por las alarmas que se generan en los diferentes sistemas. Estas situaciones pueden conducir a la destrucción accidental o ilegal, pérdida, alteración o divulgación no autorizada de la información, o el acceso no autorizado de terceros a la misma.
Las estrategias de gestión de amenazas están diseñadas para mitigar la pérdida de información. Por esta razón, es importante que las compañías aprendan a identificar prioridades, principalmente a la hora de establecer procesos claros ante ataques. De esta manera, es clave conocer las tendencias en ciberseguridad que ayudarán a las organizaciones a estar preparadas ante cualquier ciberataque. Aquí las principales.
- Ciberseguridad adaptativa. Se centra en la detección y respuesta automatizada a riesgos cibernéticos en tiempo real. Es una de las máximas de la ciberseguridad y se basa en la capacidad que tienen las medidas de seguridad para evolucionar automáticamente ante nuevos riesgos y así proteger eficazmente los activos digitales de compañías.
Por tanto, esto implica el uso de tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático para detectar y responder eficazmente ante amenazas cibernéticas.
- Ciberseguridad cognitiva. Utiliza tecnologías con IA para mejorar la detección de amenazas y la toma de decisiones. Este tipo de ciberseguridad usa algoritmos de aprendizaje automático para analizar grandes cantidades de datos y detectar patrones que puedan indicar problemas de seguridad.
Esto permite una respuesta más rápida y precisa a los riesgos cibernéticos. Además, ayuda a mejorar la eficiencia de la seguridad porque, al automatizar tareas repetitivas, permite que los equipos de seguridad dediquen todos sus esfuerzos a las tareas más importantes.
- Ciberseguridad en Internet de las Cosas (IoT). La ciberseguridad en IoT se refiere a las medidas de seguridad necesarias para proteger los dispositivos conectados a internet y los sistemas que utilizan estos dispositivos.
Para proteger estos dispositivos IoT es necesario implementar medidas de seguridad adecuadas como la autenticación de varios factores, el cifrado y la actualización periódica de software. Es importante adoptar controles de seguridad en los servidores y en los sistemas que recopilan y almacenan los datos de los dispositivos de IoT. Además, también requiere una gestión adecuada de las identidades y las credenciales de los dispositivos, así como el monitoreo constante de los sistemas para así detectar posibles amenazas.
Con el incremento de riesgos cibernéticos que encontramos hoy en día para herramientas basadas en la nube resulta fundamental para las organizaciones estar actualizadas en este tipo de tendencias que nos brindan protección y seguridad a toda la información y procesos de las compañías.
Estar a la vanguardia en materia de protección de datos es imperativo. De ahí que estar al tanto de todo lo referente al tema y contar con aliados estratégicos que sepan implantar soluciones adecuadas y en el momento oportuno se muestra como el paso lógico para lograrlo.