Por: Ing. Johnny Leiva Badilla
Los pueblos guanacastecos están sedientos de una respuesta pública para necesidades urgentes, vitales para un nivel de vida satisfactorio, pero tras mucho esperar hoy no la perciben más cercana que antes, como quedó en evidencia en las informaciones periodísticas originadas en la reciente conmemoración del 191 aniversario de la Anexión a Costa Rica.
Comunidades sin agua han dependido de perseguir un camión cisterna. Los agricultores y ganaderos han visto marchitarse sus cosechas y perecer a su ganado. Los establecimientos turísticos hoy enfrentan problemas y costos adicionales para brindar un servicio apropiado a quienes visitan esta hermosa tierra. Los pueblos y productores son perjudicados por las deficiencias de la infraestructura. Y los hogares sufren el implacable acoso del desempleo y el subempleo, que son los más altos del país.
Para todos estos problemas abundan diagnósticos y planes, pero lo que los guanacastecos no hemos visto por ningún lado son acciones concretas para ejecutar las soluciones. Así que no hacemos nada con propuestas que pueden ser bien intencionadas, pero que implican más “reunionitis” que acciones concretas y urgentes para solucionar los problemas.
La verdad es que nada hacemos con buenas intenciones, en Guanacaste necesitamos buenas soluciones.
Necesitamos, por ejemplo, acciones concretas para materializar el Embalse Río Piedras, tales como fijar un plazo máximo de un mes para: 1) contar con el acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el ICE para que éste sea la Unidad Ejecutora del proyecto, 2) ratificar los mil millones de colones para que el Minae realice los estudios de impacto ambiental, 3) fijar un cronograma con fechas de cumplimiento, responsables y que acorte los plazos para iniciar el proyecto en sí, porque Guanacaste no puede darse el lujo de esperar tres largos años para eso.
Asimismo, decisiones para que en un máximo de 15 días la Junta Directiva del AyA haya incluido en su presupuesto los 1,5 millones de dólares para concluir el acueducto Sardinal-Playas del Coco-Ocotal, así como los recursos para finalizar la primera etapa del proyecto Nimboyores, incluyendo las definiciones del caudal, los tanques, las Asadas beneficiadas y su crecimiento futuro.
Esas son las cosas que nos permitirían percibir un sentido de urgencia por parte del Gobierno para dar respuestas puntuales a las principales prioridades y necesidades de la provincia, con medidas específicas, concretas, medibles, con seguimiento.
Desde hace 191 años esta tierra le ha aportado mucho al desarrollo de Costa Rica. Hoy como ayer, ante retos de gran transcendencia para su desarrollo, Guanacaste no puede darse el lujo de seguir esperando, sino que necesita acciones prontas, precisas y efectivas para resolver sus problemas.
Esa es la exigencia que los guanacastecos han venido haciendo, y la que como su representante he planteado y seguiré planteando al Gobierno. Lo que necesitamos no son procesos interminables de reuniones, sino acciones urgentes del Gobierno en materia de agua, infraestructura, promoción de inversión y creación de empleos para promover el desarrollo integral de Guanacaste.
*Jefe de fracción de la Unidad