Foto con fines ilustrativos
Un total de 500 servicios eléctricos esperan ser rehabilitados en la comunidad de Bebedero de Cañas, cuando se reduzca la inundación generada por el desbordamiento del río del mismo nombre.
El riesgo de un accidente eléctrico es alto si la línea se energiza sin posibilidad de una inspección previa y detallada en el lugar. Adicionalmente, muchos medidores se encuentran por debajo del nivel del agua, lo que hace que el riesgo se incremente.
“Estamos listos para restaurar el servicio, pero tenemos que hacerlo garantizando la seguridad de la población, por eso esperamos la indicación de la Comisión Local de Emergencia” indicó Royner López, Director de la Región Chorotega de la Dirección de Distribución y Comercialización del ICE.
El ICE y la Comisión Local harán una inspección esta tarde para definir si puede restablecerse paulatinamente el servicio eléctrico en la comunidad en las próximas horas.
Esta misma condición se experimentó en comunidades como Ciudad Cortés, donde ayer se recuperaron 800 servicios, después de que el nivel de la inundación se redujo. De igual forma en el sector de la subestación de Parrita la disminución del nivel del agua permitió recuperar 1300 servicios.
La rehabilitación después del paso de la Tormenta Nate se complica en lugares que siguen sin acceso o inundados o bien, donde la red está en el suelo, lo que implica una labor mayor.
Se espera reforzar la atención este fin de semana en la provincia guanacasteca, una de las más afectadas por el fenómeno climatológico, cuando cuadrillas de la región atlántica se sumen en los trabajos de recuperación eléctrica.