La calificadora internacional Fitch Ratings afirmó la calificación nacional de largo plazo en Costa Rica y de Desarrollo Comunal (BPDC) en ‘AA+ (cri)’ para el largo plazo, con una perspectiva de dicha calificación de largo plazo Estable.
Según destaca Fitch, las calificaciones están impulsadas por la “fortaleza financiera intrínseca” de la Entidad, y se consideran aspectos claves como “la capacidad amplia de absorción de pérdidas de BPDC, su rentabilidad adecuada, la calidad apropiada de los activos y el fondeo basado en depósitos estables”.
“Nuestro mayor activo es la confianza de las personas trabajadoras a las cuales seguiremos respondiendo con la misma seriedad y responsabilidad en todas nuestras acciones y proyectos. Nuestra hoja de ruta es clara: seguir construyendo bienestar a través de un Banco Popular más eficiente, moderno, seguro y cercano a las necesidades actuales de la ciudadanía, los sectores sociales, productivos y los territorios del país, ofreciendo día a día más y mejores productos, servicios y canales”, afirmó Magdalena Rojas, Subgerente General de Operaciones del Banco.
Adecuadas garantías
La calificadora subrayó otros aspectos claves en el caso del Banco Popular, como son los siguientes:
- “La capitalización es la fortaleza principal del perfil financiero con un índice de Capital Base según Fitch de 24,7% a junio de 2017, superior a la de pares similares internacionales y locales”.
- “BPDC conserva una reserva amplia, mayor que la métrica de solvencia requerida por la regulación, apoyada por la rentabilidad histórica buena, combinada con las contribuciones obligatorias que recibe de los patronos”.
- “El desempeño de los préstamos bancarios está controlado por una cobertura adecuada de garantías, mecanismo de cobranza eficaces y cobertura suficiente de reservas para créditos improductivos”.
- Sobre la estructura de fondeo del Banco Popular se destaca que “se compone principalmente de depósitos del público y estos han mostrado un aumento saludable desde 2016”;
- al mismo tiempo Fitch señaló que “la liquidez del banco se considera buena”.
Todo lo anterior tiene impacto en la familia costarricense, pues, por ejemplo, durante el 2016 el Banco otorgó soluciones de financiamiento a más de 95 mil personas mediante sus principales líneas de crédito de carácter social y personal; esto representa un incremento anual del 12.61%, para una colocación de más de ¢829.933 millones en sus tres carteras principales.
Precisamente impulsado por su rol social orientado en promover el bienestar integral de las personas trabajadoras y sus familias, el Banco Popular confirmó su solidez financiera al lograr durante el 2016 un total de ¢38.658 millones en utilidades, una de las más altas del Sistema Bancario Nacional, con un incremento anual del 11,52%.