Tatiana dejó atrás los oscuros años en la cárcel El Buen Pastor. En el pasado también quedó la necesidad y falta de oportunidades que la llevaron a vender droga para alimentar a sus 2 hijas.
Ella forma parte de un grupo de mujeres, que integran un plan piloto del INA, en conjunto con el INAMU, para capacitar a mujeres en condiciones de vulnerabilidad, que incluye a mujeres que han tenido procesos penales, de manera que desarrollen una idea productiva y generen su negocio propio.
Divididas en dos grupos, a cargo del docente del INA Luis Roberto Rosales Castillo, recién culminaron el curso “Emprendedurismo” y como proyecto final participaron en una feria, de carácter cerrado en las instalaciones del INAMU, con el fin de mostrar sus ideas de negocio, valorar el riesgo y relacionarse con la clientela.
“Esta experiencia ha sido muy gratificante. Estas señoras tienen un gran deseo de superación, lo han demostrado en cada lección y en la feria”, indicó Rosales.
Tatiana desarrolla una empresa familiar, para incorporar a su mamá y su esposo quien se encuentra cumpliendo una sentencia. Desde la cárcel, él y otro compañero, confeccionan artesanías en madera y ella las comercializa. “Arte desde la oscuridad. Eclipse” es el nombre del nuevo negocio, con el que se gana la vida honestamente.
“Fácil no ha sido. Este curso me ha enriquecido como persona. Inicié muy agresiva y amargada debido al estrés que enfrento, pero gracias al profesor y a las compañeras he cambiado y saldré adelante”, dijo Tatiana.
Como parte del plan piloto, en julio iniciará el curso “Plan de Negocios”, con el objetivo de que las ideas productivas se concreten en una fuente de ingresos y desarrollo personal para estas mujeres y sus familias.