- Monseñor Manuel Eugenio Salazar recuerda que actual Gobierno llegó al poder por los votos de los ciudadanos de las provincias costeras
Nuevamente, el Obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia, Monseñor Manuel Eugenio Salazar, alzó la voz para que las autoridades fijen sus ojos y acciones para mejorar las condiciones de vida de los guanacastecos, este 25 de julio, con motivo de la celebración de los 198 años de La Anexión al Partido de Nicoya.
Periódico Mensaje, le brinda el llamado completo dado por el Obispo para quien el festejo del 25 de julio debe ir acompañado de una labor que brinde oportunidades reales para la provincia:
"Quiero unirme a los festejos cívicos, populares, culturales: ‘De la Patria por nuestra voluntad’; Celebrar un año más de la Anexión del Partido de Nicoya -Guanacaste-, a la Patria grande; pero, también, tenemos que tener presente los grandes problemas sociales de Guanacaste: sí, hay turismo, hay fiestas, hay toros, bombetas, cimarronas, mascaradas, tope; pero, eso no puede ocultar los serios problemas económicos que sufre nuestro territorio, donde hay pobreza, hambre, abandono al agricultor, falta de crédito y préstamos a los pequeños empresarios.
Tenemos problemas de narcotráfico, de drogas, alcoholismo, prostitución; de jóvenes sin posibilidad de estudiar; falta de vivienda; el problema de la sequía; del transporte y de las telecomunicaciones, entre muchos otros problemas que golpean a Guanacaste; tanto, así, que el actual Presidente de la República -Rodrigo Chaves- llegó al poder porque las costas lo eligieron; votos de la a gente pobre de este país, buscando un cambio; un voto protesta contra la política tradicional; ciudadanos quienes, desde su pobreza, buscan a alguien quien les brinde esperanza y soluciones a sus problemas.
Por eso, los políticos y nuestras autoridades deben ponerle atención a nuestro territorio a fin de buscar soluciones, ¡entre todos!, ¡juntos! Sí, no perdamos la alegría de la Anexión; pero, no perdamos de vista que debemos trabajar todos, entre ellos, los servidores públicos, a quienes le pagamos; debemos volver los ojos a estas tierras guanacastecas que tanto necesitan del apoyo y la ayuda estatal y, por qué no decirlo, no olvidemos de orar y preocuparnos por nuestros hermanos nicaragüenses, del otro lado de la frontera y de este lado de la frontera, porque todos somos hijos de Dios.
¡Feliz fiesta de La Anexión! ¡De la Patria por nuestra voluntad! ¡Qué viva Guanacaste, gracias por enriquecer a la Patria grande, Costa Rica! Bendiciones".